Es una digna alternativa a los caprichos de la altiva Dama de Hierro que en ocasiones nos castiga con filas y filas interminables. El ascensor más rápido de Europa nos hace ascender en unos 30 seg hasta el piso 56, a 200 m de altura. Todo hay que decirlo, yo huiría del ambiente artificioso que se respira aquí: cafetería plagada de turistas, tienda de souvenirs, etc. Incluso te obligan a hacerte una foto de recuerdo nada mas salir del ascensor! Horrible. Huir rápidamente hasta el piso 59 donde se haya la terraza. Ahhh.... Allí se respiran otros aires. Las vistas son magnificas, sobretodo las que podemos gozar de la Torre Eiffel, seguramente no hay ningún otro lugar en París desde donde se pueda admirar el monumento emblema de la ciudad desde tan hermosa perspectiva.
A 210m la ambición por visitar cada rincón de la ciudad de la luz crece paso a paso a medida que recorres el perímetro de la terraza. París es infinita para el visitante codicioso que no se conforma con los cuatro monumentos de siempre. Pero yo tengo tiempo y paciencia.
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